Entré en la Escuela queriendo ser metre de hotel, y me convirtió en cocinero Pilar (profesora), pero la persona que me eligió para la cocina fue Álvaro Abascal, y Pepe López , que me dio la oportunidad en su casa.
Si te refieres a «estrellas Michelin», Dani García. Es lo más parecido a lo que a mí me hubiera gustado ser en cuanto a concepto de cocina de calidad, precio…; y Pedro Subijana, en cuanto a la clase, la educación, la humildad y el trabajo (que les falta a muchos en ese ámbito).
En el personal. Nuestro negocio se sustenta en la gran familia que estamos.
La honradez es el principal ingrediente de nuestra cocina.
Por supuesto, hay que tocarlo lo justo, ni poco ni mucho, sino lo justo.
Lo que mas me gusta, la satisfacción de clientes y amigos. Lo que menos, las letras - de los bancos.
El mojete de tomate raf embotellado por nosotros y el steak tartar.
Tengo muchos para recomendar de nuestra carta. En Cuenca tenemos buenos vinos, pero..., mira, el que más me gusta es el que tiene mi padre en la cueva dentro de la barrica (risas).
Pues un poco lo comentado anteriormente: el producto es esencial, manos que amen su trabajo (buen personal) y honradez.
Sí, el secreto es que aprendí a hacerlos de los mejores de Cuenca: desde los libros de Pedro Torres, pasando por Adolfo Castillejo, Eladio, Felina —mujer de Pepe, del Restaurante La Playa— y Álvaro Abascal. En resumen, grandes maestros. Buen alumno es igual a gran producto.
La temporada es importante, porque mejora y abarata el producto, pero sobre todo la novedad y el atrevimiento.
Pues lo tengo claro, sería «Bacalao gratinado al ajomiel».
A todos. Intentamos elaborar diferentes menús con precios variados para que todos los clientes puedan venir a casa.
Las jornadas asturianas surgieron de mi amigo Julio Sánchez, quien tuvo la idea de traer al campanu (primer salmón que se pesca en los ríos asturianos al comienzo de la temporada). Pero hay que decir que hace quince años, cuando fueron las primeras Jornadas que hizo el Recreo Peral, fue cuando traje a José María de Segovia.
A medio plazo realizaremos algo, pero ahora mismo estamos centrados en atender comuniones, bodas…, y que, con el COVID, han sido aplazadas. Pero algo tenemos en mente y, según se vaya desarrollando la situación que estamos viviendo, iremos haciendo cosillas.
Pues mira, me encanta el pueblo de mis padres, Barbalimpia (pedanía del municipio de Villar de Olalla). Allí es donde únicamente desconecto, no hay cobertura y me olvido del móvil (risas).